El espacio como obra de arte

A lo largo de mi trayectoria, he concebido exposiciones en las que algunos ámbitos se han convertido en auténticas instalaciones artísticas. En ocasiones, la necesidad de narrar una historia en ausencia de objetos ha transformado el espacio en una obra. Este proceso convierte el espacio escénico en un elemento activo, capaz de transmitir significado con profundidad.

El diálogo entre los objetos —o su ausencia— y el espacio que diseño crea un relato visual y espacial singular. Esta interacción difumina los límites entre la obra, el espacio y el discurso, transformando la escenografía en una experiencia inmersiva, donde cada elemento forma parte de un universo narrativo cohesionado.

Este planteamiento me ha permitido explorar nuevas formas de interacción con el público, ofreciendo experiencias en las que cada componente –espacio, objetos e historia– se fusiona en un todo integrado lleno de significado.

En este apartado exploramos aquellos ámbitos de las diversas exposiciones que he diseñado y que se han convertido en auténticas instalaciones artísticas, a la vez que iniciamos un nuevo camino con proyectos concebidos como obras de arte por sí mismas.