En este proyecto expositivo el trabajo con el comisariado y los asesores fue imprescindible para poder construir un universo escénico que acompañase la exposición. La misión fue conseguir crear un espacio donde el visitante se sintiera arropado por una escenografía que evocara su imaginario.
El guión museográfico partía de dos pilares principales: el material disponible que los coleccionistas prestaron para la muestra –un número amplio pero limitado de autores– y por otro lado el recorrido cronológico y geográfico con el que se decidió articular los ámbitos de la exposición.
El primer esbozo, que dibujé en mi libro, generaba una estructura que radiaba –desde un punto central hasta el perímetro de la sala– una multitud de líneas, convirtiendo la sala de exposiciones en una gran página de viñetas de recorrido circular.
El desafío –en el momento de abordar el diseño expositivo– supuso poner en valor las obras y, al mismo tiempo, poder experimentar una visita que no se limitara a la simple contemplación de los más de 300 originales de cómic. Dentro de ese lienzo pautado, de más de 800 metros cuadrados, junto con el equipo de “la Caixa”, fuimos pensando en los hitos que a lo largo de la visita escénicos, marcarían el ritmo de la visita al convertirlos después en elementos escenográficos.
La viñeta circular obligaba al público a dejar la exposición en la misma sala por donde la había empezado. Un truco dramático para que el público recordara los orígenes de la narración secuencial.
Ignasi Cristià
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Institución impulsora: Fundación “la Caixa”
Ubicació: Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Girona, Lleida, Tarragona y Portugal
@ Fotografía: Pepo Segura
