Toquemos madera! Diseño, madera y sostenibilidad. 2022 — Museografía

Cuando los árboles permitían ver el bosque

La madera –materia prima utilizada desde siempre por toda la humanidad– fue la “pieza conceptual” de esta exposición.

El reto fue crear un espacio que pusiera en valor objetos tan dispares como dos discos de secuoya gigantes, unas simples escobas, unas horcas –algunas de siete u ocho púas– una colección de más de 80 cucharones de madera de todas las culturas del mundo… objetos que, por su simplicidad, contrastaban con un refinado clavicémbalo de 1737 o con una compleja casa proyectada y armada en madera dentro de la exposición con las últimas tecnologías de construcción.

Pensé que lo mejor para concebir el espacio expositivo, que debía albergar toda la colección, fuese un lugar que amparara y aglutinara todos los objetos, equilibrando el valor intrínseco y el alma de cada uno de ellos, es decir, poner a un mismo nivel de importancia la funcionalidad de los más humildes y la belleza de los más sofisticados.

El resultado, después de entender el guión, fue ingeniar la museografía como si se tratara de un bosque. Un arbolado permeable, conectado, que permitiera al público gozar de los diferentes ámbitos desde cualquier lugar, los ya visitados y los que nos encontraríamos más adelante. Un recorrido expositivo que nos insinuara lo que iríamos a descubrir y que nos recordara lo ya contemplado. 

Este gran bosque, construido en madera natural, arropaba todos los objetos, convirtiendo la visita en una experiencia indivisible y con un solo espíritu, de la misma forma que un bosque puede convertirse en la experiencia de visitar un gran cosmos interconectado.

La exposición, instalada a 45 grados respecto del edificio del museo obligaba a que la casa de madera, alojada justo hacia el final del recorrido, quedara orientada hacia el sur.

La crisis económica por la guerra de Ucrania nos obligó a todo mi equipo y al del museo a redefinir la exposición. Las vitrinas que se diseñaron fueron sustituidas por vitrinas existentes, hubo que rebajar la altura de todo el bosque. A pesar de ello, reciclar el mobiliario y la épica nos dio una lección de sostenibilidad. 

El concepto original se conservó y, lejos de velar, los árboles y la exposición dejaron que pudiéramos ver el bosque y discernir el mensaje.

Ignasi Cristià

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Institución impulsora: Museu del Disseny de Barcelona 

Ubicación: Barcelona

@ Fotografías: Pepo Segura